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Cortesía: Guillermo Martínez Pedroza - Marcelo Riveros Rojas

El nombre oficial del Edificio Aulas de Ingeniería es ahora Guillermina Uribe Bone, en honor a la primera mujer ingeniera graduada en la Facultad de Ingeniería.

Después de casi dos años de trámites, se ha realizado el nombramiento oficial del Edificio 453, o Aulas de Ingeniería, con el nombre de GUILLERMINA URIBE BONE, la primera mujer egresada de la Facultad de Ingeniería de Bogotá. A la edad de 98 años, falleció en Bogotá el 11 de octubre de 2018, GUILLERMINA URIBE BONE DE STELLA, la primera mujer en recibir el título de Ingeniera Civil de la Facultad de Matemáticas e Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, el sábado 18 de diciembre de 1948, según Certificado de Graduación No. 779; es decir hace 75 años.

El edificio, destinado a aulas, oficinas de profesores y gabinete de topografía, se construyó como parte de las obras contempladas en el Plan Cuatrienal de Desarrollo de la época y, específicamente, para solucionar los problemas locativos del área de Ingenierías.

El proyecto inicial, liderado en 1968 por el arquitecto Francisco Rojas Sánchez, funcionario de la Oficina de Planeación Física de la UN, fue modificado en el curso de la obra, en el sentido de eliminar las aulas del segundo piso y, en cambio, instalar allí todo el sector administrativo de la Facultad y de los distintos Departamentos. La construcción se llevó a cabo durante los años de 1969 y 1970, a cargo de la firma de arquitectos García & Yamhure. En 1981 se proyectaron cambios funcionales importantes en todos los pisos. Después de casi dos años de trámites, finalmente se hizo realidad la denominación oficial del Edificio 453 o Aulas de Ingeniería, con el nombre de Guillermina Uribe Bone.

Guillermina nació en Ciudad de Guatemala y fue hija de Guillermo Uribe Echavarría, de origen vasco y experto contador, y de María Teresa Bone Romero, de ascendencia guatemalteca con ascendencia inglesa, y tuvo siete hermanos. Los mayores fueron Antonio (aviador), Rebeca (ingeniera química de la Universidad Pontificia Bolivariana, primera mujer en Colombia en obtener el título de ingeniera el 19 de octubre de 1945) y Helena (médica de la Universidad Nacional de Colombia, 1947); mientras que sus hermanos menores fueron Carmen, María Teresa, Roberto (médico de la Universidad Nacional de Colombia, 1957) y Jorge, estos dos últimos nacidos en Medellín.

La familia de Guillermo Uribe Bone abandonó Guatemala en 1928 debido a la difícil situación en Centroamérica. Un antioqueño que vivía allí les ayudó a elegir Colombia como país con mayor desarrollo y tranquilidad para establecerse. Finalmente, se instalaron en Medellín donde Guillermo consiguió trabajo en la recién fundada empresa Cine Colombia.

Guillermina terminó sus estudios secundarios en el Instituto Central Femenino en 1941, tras lo cual la familia viajó a Bogotá. Con el apoyo de su padre, se matriculó en ingeniería civil en 1943. Había 40 estudiantes, y pasó su primer año en las instalaciones del Instituto Técnico Central antes de trasladarse al Campus Universitario de la Ciudad.

Respecto a lo inimaginable de que Rebeca y Guillermina hubieran decidido estudiar ingeniería, hay que señalar que Guillermo era liberal y librepensador, al igual que María Teresa, padres que fomentaron la profesionalización de todas sus hijas, algo inusual en la época porque las carreras universitarias eran privilegiadas para los hombres mientras que a las mujeres se les alentaba a aprender música, artes manuales, cocina y conocimientos generales para que pudieran "casarse bien" y ser excelentes amas de casa. La historia de estas "dos pioneras en tiempos difíciles para la mujer" se encuentra en una reseña publicada en el diario El Tiempo el 24 de febrero de 2021, página 1.15, sección A fondo, escrita por la periodista Myriam Bautista.

En 1949 comenzó a trabajar en el Ministerio de Obras Públicas a tiempo completo, en la sección de Edificios Nacionales, donde trabajó con otros tres ingenieros, especialmente en el área de proyectos. Su primer trabajo fue para el Edificio de Correos en Valle; más tarde, tuvo que revisar el diseño del Estadio Olímpico de Santa Marta, un proyecto dirigido por un ingeniero alemán. En el Ministerio estuvo dos años, el primero antes de graduarse y el segundo después de graduarse.

A partir de ese momento, se dedicó a su marido y a sus hijos. Se había casado en 1949 con Francisco Stella Ibáñez, también ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, con quien tuvo nueve hijos. Siguiendo la tradición familiar, siete de ellos estudiaron en la universidad: Francisco (ingeniero eléctrico, Universidad de Los Andes, 1973), Nicolás (físico, Universidad Nacional, 1984), María del Carmen (arquitecta, Universidad Nacional, 1978), Luz María (licenciada en Pedagogía, Universidad Pedagógica Nacional, 1978), María Teresa (arquitecta, Universidad Católica), María del Rosario (técnica en dibujo arquitectónico, 1973, Universidad Javeriana; economista, Universidad Javeriana), y Guillermina (abogada, Universidad de Los Andes, 1983).

En palabras de Guillermina, "Mi padre era un adelantado a su tiempo, así que nos estimuló mucho. Tenía una visión más amplia de la mujer". Respondió a la periodista Eliana Nieto Rodríguez, del Proyecto Código de Acceso de El Tiempo.com, el 6 de marzo de 2004, con ocasión del artículo Las primeras universitarias.

"Tuve el apoyo de mi padre para escoger ingeniería, así que en 1943 entré con cuarenta compañeros a completar el primer año, y nos aceptaron a todos porque había pocos aspirantes. Hicimos el primer año de estudios en las antiguas dependencias del Instituto Técnico Central... En el segundo año de ingeniería, sí nos trasladamos al campus de la ciudad universitaria", relató a los profesores Alberto Mayor Mora (RIP) y Marcelo Riveros Rojas, quienes conversaron con ella en su domicilio los días 15 y 29 de enero de 2011, con motivo del sesquicentenario de la creación de la Facultad de Ingeniería, entrevista publicada en el Volumen 31, Edición Especial de la revista Ingeniería e Investigación, agosto 2011.

(Investigación realizada por Marcelo Enrique Riveros Rojas, ingeniero químico y Profesor Pensionado y Emérito de la Universidad Nacional de Colombia).