Grupo de Investigación de la UNAL gana el Premio Nacional de Ingeniería Química 2024
En el campo de las Sustancias Químicas de Uso Industrial (SQI) y su impacto en el medio ambiente y la salud humana, el Programa de Investigación sobre Residuos (PIRS) del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), sede Bogotá, desarrolló un modelo innovador que le mereció el Premio Nacional de Ingeniería Química 2024. Este prestigioso reconocimiento, otorgado el pasado 22 de noviembre en el Hotel Tequendama, destaca el enfoque interdisciplinario e innovador del proyecto, diseñado para apoyar la gestión de riesgos asociados a las SQI en Colombia.
El trabajo ganador, titulado "Modelo de conexión entre peligros y parámetros de movilidad ambiental de las sustancias químicas de uso industrial con enfermedades ocupacionales", obtuvo el premio nacional de Ingeniería Química en la categoría de investigación institucional y fue liderado por los ingenieros Óscar Javier Suárez Medina y Saúl Martínez Molina.
Una trayectoria de más de 12 años en investigación.
El PIRS ha liderado investigaciones y colaboraciones clave con entidades nacionales e internacionales, incluyendo el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), el Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS), el Ministerio de Trabajo (MT), la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD) y la Oficina de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), entre otras. Este esfuerzo ha resultado en apoyo a la emisión de algunas regulaciones relacionadas con sustancias químicas y avances como el Perfil Nacional de Sustancias Químicas en Colombia (2012), el Plan de Acción Nacional para la Gestión de Sustancias Químicas (2013-2020), Perfil Nacional de Sustancias Químicas Vol. II y la implementación del Sistema Globalmente Armonizado (SGA), entre otros.
El modelo desarrollado conecta peligros químicos, parámetros de movilidad ambiental (vistos como vías de acceso al organismo humano) y enfermedades ocupacionales, lo que permite identificar riesgos críticos para la salud y el ambiente. Esto incluye desde la evaluación de sustancias químicas en su ciclo de vida (producción, uso, transporte, eliminación) hasta la creación de listas priorizadas basadas en su impacto y peligrosidad.
El modelo: una herramienta clave para la gestión de SQI
El modelo combina múltiples variables con las que se generan índices de priorización, los cuales se convierten en elementos de juicio para evaluar riesgo en las SQI y ofrece información valiosa para la toma de decisiones relacionadas con los impactos de las SQI en el ambiente y la salud humana. Entre los principales elementos desarrollados e involucrados en el modelo se incluyen:
Inventario de sustancias químicas: Desde 2011, el PIRS ha trabajado en el inventario y la priorización de sustancias químicas, llegando a 457 sustancias calificadas y priorizadas en 2016.
Movilidad ambiental y vías de acceso: Evalúa cómo las sustancias químicas se mueven a través de elementos ambientales como agua, aire, suelo y biota; además, toma los elementos ambientales afectados como las vías de exposición y acceso al organismo humano (ingesta, inhalación o contacto).
Relación con enfermedades ocupacionales: El modelo utiliza el Decreto 1477 de 2014 para identificar enfermedades asociadas a la exposición a estas sustancias y resalta situaciones críticas, como, por ejemplo, aquellas donde sustancias con alta toxicidad aguda por vía inhalatoria tienen a la vez la mayor afinidad o movilidad al aire; o por otro lado, la toxicidad es vía ingesta y la mayor movilidad y afinidad es en la biota animal y se acumula en alimentos.
Impacto regulatorio y avances destacados
El modelo ha respaldado la emisión de importantes regulaciones nacionales, como:
• La Resolución 0773 de 2021, que define acciones para la implementación del SGA en lugares de trabajo.
• El Decreto 1630 de 2021, relacionado con la gestión integral de SQI.
• La Resolución 0839 de 2023, que adopta protocolos para el monitoreo y seguimiento del Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC).
Además, las investigaciones han permitido identificar sustancias críticas, como el tetracloroetileno y el benceno, cuyas propiedades tóxicas y alta movilidad representan riesgos significativos en áreas metropolitanas y sectores industriales.
Un futuro prometedor
El PIRS planea continuar expandiendo las capacidades del modelo para abarcar más sustancias químicas en diferentes escenarios. Como lo explicaron los Ingenieros Óscar J. Suárez y Saul Martínez, líderes del proyecto: “Este modelo es solo el comienzo. Seguiremos trabajando para perfeccionar las ecuaciones, priorizar sustancias y apoyar a las autoridades en la gestión segura de las SQI. Nuestro objetivo es proteger la salud y el medio ambiente a través de herramientas científicas sólidas”.
“Las herramientas generadas en este trabajo aportan a la implementación de la sustitución de productos químicos en su primer paso, al evaluar los riesgos y los impacto siendo un insumo clave para identificar las sustancias químicas críticas en un proceso especifico”.
El reconocimiento en el Premio Nacional de Ingeniería Química 2024 es un hito que refuerza el compromiso de la UNAL con el desarrollo sostenible y la innovación científica al servicio del país. Entrevista completa Aquí