
La decana Sonia Monroy presentó balance de gestión tras seis meses al frente de la Facultad de Ingeniería
Luego de seis meses al frente de la Decanatura de la Facultad de Ingeniería, la profesora Sonia Esperanza Monroy presentó un comunicado a la comunidad universitaria en el que destacó los principales logros y avances alcanzados durante este periodo
En su mensaje, la decana calificó este tiempo como un gran reto y agradeció el trabajo conjunto que ha permitido generar transformaciones significativas en diversos frentes de la vida académica y administrativa.
Avances en bienestar e inclusión
Uno de los ejes centrales de su gestión ha sido el fortalecimiento del bienestar universitario, con especial atención a la población más vulnerable. En ese sentido, se anunciaron avances en la implementación de bonos alimentarios y de transporte, cuyo lanzamiento se proyectó para este año.
Además, la Facultad apoyó actividades de salud, culturales y deportivas, ampliando también las oportunidades de movilidad nacional e internacional tanto para estudiantes como para docentes.
Internacionalización y movilidad académica
Como parte de la estrategia de internacionalización, durante estos meses se firmaron nuevos convenios de doble titulación y se promovieron convocatorias para la movilidad internacional de estudiantes. También se anunció la llegada de profesores visitantes como parte de la Cátedra Internacional, iniciativa que busca enriquecer la experiencia académica con voces expertas del ámbito global.
Convocatorias que dinamizaron la vida académica
Durante el periodo se abrieron múltiples convocatorias que fortalecieron el trabajo colaborativo y académico en la Facultad. Entre ellas se destacaron las de compra de equipos de laboratorio para docencia, proyectos de investigación, desarrollo de objetos virtuales de aprendizaje y la convocatoria de la Cátedra Internacional para el periodo intersemestral.
Según la decana, estas acciones generaron una dinámica positiva de interacción entre profesores, estudiantes, administrativos y egresados, consolidando una comunidad académica más participativa y cohesionada..
Como conclusión, se consultó a la Facultad de Ingeniería, y esta estuvo de acuerdo con la interpretación propuesta. En consecuencia, desde junio de 1977, la Facultad reglamentó el premio Ponce de León, manteniendo los requisitos originales: un promedio igual o superior al 92%, haber cursado toda la carrera en la Facultad, y no haber perdido ni habilitado ninguna asignatura. Además, se añadió un nuevo criterio: el premio podría ser otorgado a estudiantes de cualquiera de las ingenierías existentes en la Facultad. De esta manera, a partir de 1978, fue posible postular candidatos de todas las ramas de la ingeniería, tal como se sigue haciendo hasta hoy.
Hacia una estrategia integral de innovación
En el balance también se subrayaron los esfuerzos por impulsar la innovación pedagógica, mediante el fortalecimiento de la educación mediada por tecnologías. Asimismo, se informó que se está diseñando una estrategia de innovación tecnológica y social para la Facultad, que irá de la mano con la promoción del emprendimiento.
Un compromiso por una Facultad más equitativa e inclusiva.
Finalmente, la decana Monroy reiteró su compromiso con la construcción de una Facultad fortalecida, innovadora, equitativa e inclusiva, y anunció la apertura de nuevos espacios de diálogo y escucha con la comunidad. “Sus opiniones son muy valiosas e importantes para el camino que estamos emprendiendo”, expresó.
El mensaje concluyó con una invitación a construir colectivamente una Facultad orientada a la equidad y el desarrollo, reafirmando la visión de una gestión participativa y transformadora.