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Los estudiantes Johan Sebastián Santa María, Alessandro Rodríguez y Santiago Acosta, de la Facultad de Ingeniería de Bogotá (FIBOG) de la Universidad Nacional de Colombia, participaron en la edición más reciente de la Huawei ICT Competition, una de las competencias internacionales más destacadas en tecnologías de la información y las telecomunicaciones.
El equipo compitió en la categoría Network, enfocada en redes de telecomunicaciones. Esta rama —una de las cuatro disponibles junto con Computing, Cloud e Innovation— consistió en superar una serie de cuatro exámenes eliminatorios, donde cada fase debía ser aprobada para avanzar a la siguiente.
El proceso inició con un examen preliminar virtual e individual, del cual se seleccionaron los tres mejores puntajes por universidad. Estos conformaron el equipo que representó a su institución en la fase nacional, donde el examen fue teórico, pero todos los integrantes debieron presentarlo de forma individual, aun trabajando en conjunto.
Posteriormente, accedieron a la etapa regional, que combinó una prueba teórica individual y un laboratorio grupal simulado. La última fase, de carácter mundial, contempló únicamente un examen práctico y se realizó en China.
La participación de los tres estudiantes fue motivada por el profesor Óscar Erazo, quien, desde sus clases, promovió la competencia como un espacio para aplicar los conocimientos adquiridos. “El profesor Óscar siempre nos motivó a involucrarnos y a representar a la universidad. Gracias a sus recomendaciones conocimos la competencia”, relataron los estudiantes.
Además, destacaron la labor de Huawei, que visitó la universidad para divulgar la competencia y otros programas relacionados con formación tecnológica.
Más allá de las habilidades técnicas individuales, los estudiantes resaltaron que la colaboración, la comunicación efectiva y la sinceridad sobre las fortalezas y falencias de cada uno fueron determinantes en su desempeño.Desde el inicio, establecieron dinámicas de grupo orientadas al apoyo mutuo, con el objetivo de que todos trabajaran activamente en cada momento. Esta estrategia de interacción constante y acompañamiento permitió una preparación más sólida y efectiva.“Lo más valioso fue que siempre nos apoyamos. Si uno tenía dificultades, los otros dos estaban ahí para ayudar. No nos enfocamos en dividir tareas, sino en construir juntos el conocimiento”, explicaron.
Un llamado a visibilizar el talento universitario Uno de los aspectos más llamativos para los estudiantes fue la baja participación de otras universidades en varias ramas de la competencia. Consideraron que, de no haber sido por su presencia, muchas categorías habrían quedado vacías.“En la Universidad Nacional hay muchísimo talento. Es fundamental visibilizar más este tipo de competencias para que más estudiantes se animen a participar. Hay oportunidades muy grandes que no se están aprovechando simplemente por falta de información”, concluyeron.La experiencia de estos tres estudiantes evidenció el potencial académico y humano que existe en la universidad pública, y marcó un hito para futuras participaciones en escenarios internacionales de alta exigencia tecnológica.
Durante los días 7, 8 y 9 de mayo de 2025, la Universidad Nacional de Colombia acogió por primera vez el Runibot, uno de los torneos de robótica más relevantes de América Latina. En su décima primera edición, el evento reunió a cientos de participantes en torno a 12 categorías de competencia, consolidando un espacio de integración académica, tecnológica y social.
La competencia se llevó a cabo en la plazoleta del edificio de Ciencia y Tecnología (CyT) de la Facultad de Ingeniería, y contó con una asistencia diaria estimada de 700 personas, entre estudiantes, docentes, representantes de colegios, universidades e industrias. La organización del evento implicó un gran despliegue logístico, desde la adecuación de espacios y montaje de mesas, hasta la instalación de equipos de cómputo y circuitos especializados.
Uno de los grandes hitos de esta versión fue la incorporación de la competencia de drones, que no se había podido realizar de forma constante en ediciones anteriores. En esta ocasión se llevaron a cabo dos categorías de drones tipo racing: de 5 pulgadas y de 1.4 pulgadas, que compitieron en una pista ubicada junto a la cancha de fútbol del estadio universitario.
El torneo, que había tenido como sede en su décima edición a la Universidad El Bosque, buscó ampliar su red institucional. Desde años anteriores existía la intención de incluir a la Universidad Nacional como parte activa de esta red. Finalmente, gracias a gestiones conjuntas, la institución se convirtió en la anfitriona de esta edición.
El evento representó una oportunidad significativa para que estudiantes de programas como ingeniería mecánica, mecatrónica, eléctrica y electrónica se vincularan de manera práctica al mundo de la robótica, en un entorno abierto y participativo. Muchos de ellos encontraron en Runibot un escenario que, hasta ahora, no había estado tan claramente habilitado dentro de la universidad para involucrarlos activamente en este tipo de proyectos.
Con la realización exitosa de Runibot 2025, la Universidad Nacional reafirmó su liderazgo en la formación de profesionales comprometidos con la innovación y la tecnología, y fortaleció su papel como eje articulador entre conocimiento, sociedad y futuro.
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Luego de seis meses al frente de la Decanatura de la Facultad de Ingeniería, la profesora Sonia Esperanza Monroy presentó un comunicado a la comunidad universitaria en el que destacó los principales logros y avances alcanzados durante este periodo
En su mensaje, la decana calificó este tiempo como un gran reto y agradeció el trabajo conjunto que ha permitido generar transformaciones significativas en diversos frentes de la vida académica y administrativa.
Uno de los ejes centrales de su gestión ha sido el fortalecimiento del bienestar universitario, con especial atención a la población más vulnerable. En ese sentido, se anunciaron avances en la implementación de bonos alimentarios y de transporte, cuyo lanzamiento se proyectó para este año.
Además, la Facultad apoyó actividades de salud, culturales y deportivas, ampliando también las oportunidades de movilidad nacional e internacional tanto para estudiantes como para docentes.
Como parte de la estrategia de internacionalización, durante estos meses se firmaron nuevos convenios de doble titulación y se promovieron convocatorias para la movilidad internacional de estudiantes. También se anunció la llegada de profesores visitantes como parte de la Cátedra Internacional, iniciativa que busca enriquecer la experiencia académica con voces expertas del ámbito global.
Durante el periodo se abrieron múltiples convocatorias que fortalecieron el trabajo colaborativo y académico en la Facultad. Entre ellas se destacaron las de compra de equipos de laboratorio para docencia, proyectos de investigación, desarrollo de objetos virtuales de aprendizaje y la convocatoria de la Cátedra Internacional para el periodo intersemestral.
Según la decana, estas acciones generaron una dinámica positiva de interacción entre profesores, estudiantes, administrativos y egresados, consolidando una comunidad académica más participativa y cohesionada..
Como conclusión, se consultó a la Facultad de Ingeniería, y esta estuvo de acuerdo con la interpretación propuesta. En consecuencia, desde junio de 1977, la Facultad reglamentó el premio Ponce de León, manteniendo los requisitos originales: un promedio igual o superior al 92%, haber cursado toda la carrera en la Facultad, y no haber perdido ni habilitado ninguna asignatura. Además, se añadió un nuevo criterio: el premio podría ser otorgado a estudiantes de cualquiera de las ingenierías existentes en la Facultad. De esta manera, a partir de 1978, fue posible postular candidatos de todas las ramas de la ingeniería, tal como se sigue haciendo hasta hoy.
En el balance también se subrayaron los esfuerzos por impulsar la innovación pedagógica, mediante el fortalecimiento de la educación mediada por tecnologías. Asimismo, se informó que se está diseñando una estrategia de innovación tecnológica y social para la Facultad, que irá de la mano con la promoción del emprendimiento.
Finalmente, la decana Monroy reiteró su compromiso con la construcción de una Facultad fortalecida, innovadora, equitativa e inclusiva, y anunció la apertura de nuevos espacios de diálogo y escucha con la comunidad. “Sus opiniones son muy valiosas e importantes para el camino que estamos emprendiendo”, expresó.
El mensaje concluyó con una invitación a construir colectivamente una Facultad orientada a la equidad y el desarrollo, reafirmando la visión de una gestión participativa y transformadora.
